Como todos los veranos, estas semanas son diferentes. No hay tanto raideo, y se hace complicado juntar a los habituales para seguir avanzando por la Ciudadela congelada del rubio ese. Nos hemos quedado por los 3 elfos chupasangres, pero ya los tiraremos, ya... He completado el tier de chapas de escarcha con el casco, última pieza que iba a conseguir, así que mi personaje principal, el paladín healer, no puede mejorar mucho más "por su cuenta". Sólo a base de los aleatorios loots de ICC. Pero me interesa más ver junto a los compañeros más bosses y aprenderlos a que me suelten el casco ultra-guay-delamuerte, la verdad.
El paladín esta llegando al límite de mi posible evolución como jugador. No hago 25 ni raideo todas las semanas, así que me dedico a coger logros poco a poco, e intentar que salga el maldito gato de Zul'gurub. A veces me apetece coger al brujo para PvP, o al pícaro para hacer de bribón por donde sea, y equiparlo un poco más e ir por ICC más holgado con él. Incluso me ha apetecido retomar al sacerdote con el equipo de Naxx, o al abandonado cazador. Pero hay otro muñeco que me apetece más jugar ahora.
Tras el salto os lo cuento